No hay tiempo para ser legalista.

Legalista: dícese del cristiano (seguidor de Jesucristo) que cree cumplir todas las exigencias externas de su profesión de fe, a la vez que exige de los demás perfección. A la primera muestra de debilidad o pecaminosidad del hermano, éste «perfecto cristiano» le recita todas las concordancias bíblicas posibles para corregir sacarle en cara lo contumaz que es. Un requisito fundamental para ostentar el título de legalista: ser hipócrita.

Creo que mi experiencia es tranversal a todas las generaciones, razas, edades, etc, etc. ¿Quién no se ha topado en la iglesia con personas así? Por este tipo de «hermanos» es que muchos abandonan las iglesias y otros dudan de la veracidad del evangelio.

Por otra parte, y mirado desde otro ángulo, ¿Quién no ha sido legalista? Me atrevo a decir que todos los que hemos creído en Cristo, en algún momento – generalmente en los inicios – de nuestra vida cristiana, pecamos de cínicos. Nos creemos mejores que el resto de los mortales, mejores que los hermanos y mejores que el pastor… Mejores que David, que Judas, que Pedro, que Elías, que Jacob, que Saúl, en resumen… mejores que el resto de los mortales.

El legalismo es sólo la evidencia de que existe algo aún peor, diríamos que es como la punta del iceberg. El legalismo deja al descubierto lo apartados que estamos del Señor.

La persona que está ocupado/a en crecer a la estatura de Cristo, no tiene tiempo para ser legalista. El querer glorificar a Dios, consume – o debiera consumir –  todo nuestro tiempo. Nuestras energías debieran estar enfocadas en nuestra auto crítica constante, porque la verdad es que no somos mejores que nadie.

El juzgar a los demás

(Lc. 6.37-38,41-42)

No juzguéis, para que no seáis juzgados.

Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.

¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?

¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?

!!Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

2 comentarios to “No hay tiempo para ser legalista.”

  1. Gracias por el artículo está muy edificante.

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