El mensaje a Esmirna
8Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto:
9 Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.
10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.
Apocalipsis 2:8-11 (RV60)
Esmirna, es actualmente la capital de la provincia del mismo nombre, en Turquía. Es un gran puerto, y siempre ha sido una ciudad notable en cuánto a su comercio. Esta ciudad es principalmente musulmana, por lo que cualquier atisbo de cristianismo allí es altamente probable que sufra algún tipo de persecución.
Se dice que es la ciudad de Turquía mas occidentalizada, en cuánto a sus valores, ideología, igualdad de los sexos y estilo de vida. (http://es.wikipedia.org/wiki/Esmirna)
Durante el avance del cristianismo dentro del Imperio Romano, fue martirizado dentro de sus muros Policarpo de Esmirna. La ciudad tomó relevancia entre los cristianos, al ser una de las siete ciudades nombradas en el apocalipsisademás de que la profecía de que serían perseguidos y muertos muchos de los creyentes en Jesucristo, cosa que para los detractores es increíble que sucediera. Los cristianos de esa ciudad padecieron demasiado a tal grado de que los consules esmirnios decidieran prohibir comprar y trabajar con paga de salario a todo aquel que confesaba ser cristiano,a otros los mataban con tormentos crueles y sanguinarios por negarse los creyentes a incensar a las imágenes de barro y plata, así como al César, sin embargo, los escritos describen a los martires con rostros apacibles y su condición en oración a Cristo continua, además del rechazo completo a doctrinas como el gnosticismo, montanismo, nicolaismo y marcionismo. (http://es.wikipedia.org/wiki/Esmirna).
En tiempos de la iglesia primitiva, los cristianos de la iglesia de Esmirna también padecieron persecución. El testimonio de esto, se encuentra en un libro histórico y fiable llamado Apocalipsis, que se enuentra inserto en otro gran libro histórico y fiable llamado «La Santa Biblia».
Este testimonio de persecución es contado por el Apóstol Juan, quien lo supo a priori, debido a que el mismísimo Señor Jesús se lo adelantara.
Cristo le decía a Juan que le diera el siguiente mensaje al pastor de la iglesia que estaba en Esmirna: «Tu eres pobre en cuanto a las posesiones materiales, sin embrago ERES RICO.»
Cristo le decía a este pastor que era RICO, que sus riquezas estaban en el cielo, «donde ni la polilla ni el orín corrompen» (Mt 6:20), porque tenían su tesoro donde estaba su corazón, y su corazón estaba con Cristo.
En esta congregación seguramente eran los cristianos maduros en su fe, los ricos espiritualmente, los que se llevarían lo mas amargo de esta persecución, porque de lo contrario no se les hubiera alertado de la misma debido al riesgo de que algunos apostataran. Sin embargo, no existía tal riesgo. Estos «algunos» que sufrirían la persecución y muerte, estaban firmes y anhelaban el cielo mas que su propia vida.
«Sólo los cristianos maduros y con fe apetecen ir al cielo, estar en la presencia de Dios para ver a Jesús; lloran por sus pecados, lamentan sus caídas, y quieren perseverar hasta el final» (Humberto Pérez, «Apocalipsis, el libro de un desterrado», pág 44).
«Aquellos ‘algunos’ tenían que ser lo mas exclusivo de la iglesia, lo mas representativo y mejor de ella, las doradas gavillas del Señor, los que estaban listos y maduros para la siega; la hoz del Señor se metería para segar los que pudieran servir como ejemplo en el martirio» (H. Pérez, «Apocalipsis …», pág 45).
Se les declaraba que sufrirían tribulación. Ya habían sido traicionado por los judíos que blasfemaban contra ellos. Judíos que lo eran en la carne, pero no en el corazón. «No eran verdaderos Judíos, sino paganos en su vida espiritual (Romanos 2:28) que se habían aliado con otros paganos para someter cristianos a muerte en su intento perverso de aniquilar la fe cristiana» (Comentario a Apoc. 2:9, Biblia de Estudio MACARTHUR, pag 1849).
También se les avisa del encarcelamiento que tendrán algunos, que será breve – 10 días, un número que simboliza un periodo corto de tiempo – pero no da luces de que ellos saldrían vivos de allí, por la exhortación que se les hace de ser fieles hasta la muerte (vso 10). Es claro que el encarcelamiento viene por obra del adversario de Dios, Satanás; pero también queda claro que Dios está usando esta situación para probar la fe de ellos.
Si los fieles pasaban la prueba, Cristo les promete la corona de vida, la vida eterna. Les promete que la muerte segunda no les hará ningún daño, es decir; no sufrirán la muerte espiritual eterna. Podrían morir físicamente – cómo mártires – pero eso no es nada comparado con el descubrimiento de saber que eran ricos. Se encontrarían con Cristo en el cielo aguardando al resto de los hermanos para obtener la redención definitiva, y vivirían eternamente amparados por la imagen gloriosa «del que fue traspasado», en la nueva Jerusalén, la celestial, sin «necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera» (Apoc. 21:23).
Esta riqueza espiritual es la «que no se puede perder. El amor a Dios no se vende, la fe no se mercadea, la conciencia sobre la cual estan escritas las palabras del Espíritu Santo no se rifa ni se traspasa. Somos verdaderamente afortunados si somos ricos espiritualmente y aunque no lleguemos nunca a tener fortuna material en este mundo, seremos muy felices pensando y sintiendo los tesoros que Dios nos ha dado, los cuales valoramos más que nuestra vida, porque el vituperio de Cristo es mas valioso que todos los tesoros de los egipcios y con ese tesoro enriqueceremos a muchos». (H. Pérez, «Apocalipsis …», pág 46)
El Unico Dios Verdadero 